Que muchas cosas cambien en 2021

Se acabó un año del que tanto hemos escrito todos, que no merece la pena decir nada más. Se ha ido y ojalá no vuelva ninguno como éste. Comenzamos ahora otro que nos muestra un horizonte incierto.

Por un lado no se nos quita el miedo del cuerpo porque la pandemia no ha acabado y porque la vacuna tardará bastantes meses en ser administrada a un porcentaje suficiente de la población como para sentirnos de nuevo seguros. Por otro, la vacuna ya está entre nosotros y eso hace que podamos mirar al futuro inmediato a la cara con bastantes más esperanzas.

Pero quizás en lo que más deberíamos depositar esas esperanzas, aparte de la o las vacunas, es en nuestra propia capacidad para recuperar algunas de las pocas cosas buenas que nos ha dejado 2020. Especialmente, la facultad de abrir los ojos y comprobar cómo las políticas más nefastas para el desarrollo y el mantenimiento de unos servicios públicos de calidad provocan muchos muertos y muchos desastres económicos. Ojalá seamos capaces en 2021 de tener eso presente y de no cejar en el empeño de conseguir, allá donde sea necesario (y en la Comunidad de Madrid lo es) que cambien las políticas y que se destinen muchos más recursos a esos servicios públicos, especialmente a la Sanidad y a la Educación, como garantía de que se materialice ese deseo tan expresado por todos durante los doce meses que acaban de terminar: que nadie se quede atrás.

Con esa esperanza damos en ARGANDA ACTUAL la bienvenida a 2021 y deseamos a todas y todos nuestros lectores que sea un buen año para ellas y ellos. Feliz 2021.

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