El actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) está vigente desde 1999. Las grandes líneas de la revisión pasan por colmatar las parcelas ya previstas en el plan original, pero no por aumentar el suelo urbanizable con nuevas parcelas, según el concejal de Modelo de Ciudad.
El avance de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Arganda ha sido presentado esta mañana en un Pleno extraordinario con tres grandes líneas rectoras en la misma: no planificar nuevas zonas urbanizables, sino utilizar las existentes y no utilizadas; eliminar las diferencias dotacionales entre distintos barrios y zonas del municipio; y mejorar la calidad de vida de las y los argandeños mediante un uso sostenible de los recursos. Jorge Canto, concejal de Modelo de Ciudad ha incidido en estas tres cuestiones, pero ha resumido también lo más relevante de la revisión planteada para el PGOU.
En ese resumen ha puesto el acento en el planeamiento que pretende hacerse para la zona entre La Poveda y el Casco urbano de Arganda, dibujando en él un gran parque lineal que daría protección ‘verde’ a una zona urbanizable. Además de lo que podríamos llamar este ensanche de La Poveda hacia el casco urbano, otros tres sectores quedarían también calificados como urbanizables: El Grillero 2 (sobre el que ya hay una aprobación inicial anterior), el del Hospital (que incorporaría una nueva zona residencial en la Ronda del Sur) y el de El Guijar.
Entre las viviendas previstas en el Plan original para algunas de estas zonas y las nuevas que podrían construirse en los nuevos sectores urbanizables, el total alcanzaría las 6.749 viviendas. Una cifra extraordinariamente próxima a las 6.700 que en el PGOU de 1999 se perfilaban como adecuadas para Arganda del Rey. De esas 6.749 totales que la revisión del plan prevé, 2.795 ya estaban contempladas anteriormente, mientras que las otras 3.954 serían de nueva previsión.
Suelo industrial
También el suelo dedicado a actividad industrial se ve modificado. Canto ha explicado que el Ayuntamiento planificará medidas que «flexibilicen» las condiciones para el desarrollo de los tres sectores del actual polígono industrial ya contemplados en el plan original, pero que aún no han experimentado un desarrollo. Además de ellos, se incorporarían otros dos nuevos sectores de este tipo: el conocido como «Gallina Blanca» y el de El Hoyón (conocido como Versalia, por el nombre del centro comercial que iba a haber sido construido en esa zona).
Otros sectores, según el edil, quedan pendientes de conocerse las posibles modificaciones que la Comunidad de Madrid haga en la legislación relativa al Parque Regional del Sureste, ya que allí se enclava alguno de ellos, como es caso de Valdecorzas.
Plazos largos
Al igual que la redacción de un Plan General de Ordenación Urbana lleva consigo un proceso administrativo complicado y largo, también una revisión del mismo conlleva el mismo alargamiento de plazos.
La previsión dada por Jorge Canto esta mañana lleva a unos plazos según los cuales la aprobación inicial de esta revisión no se llevaría al Pleno municipal antes de entre seis y doce meses. La razón de ello radica en el periodo de exposición pública (que el Gobierno local ha decidido que sea de 60 días, en lugar del mínimo de 45 preceptivo) y en necesario informe que la Comunidad de Madrid deberá hacer. Ese informe será el que, probablemente, más retrase la aprobación inicial.
Una vez que, con ese informe en la mano, pueda redactarse de nuevo el Plan, será cuando pueda llevarse a su aprobación inicial, que deberá ir seguida de un nuevo periodo de exposición pública (otros dos meses, si el Gobierno municipal mantiene el mismo criterio). Una vez finalizado éste, de nuevo se requerirá otro informe de la Comunidad de Madrid. Si el nuevo informe no plantea modificaciones al documento, podría ya pensarse en fechas para llevar al Pleno municipal la aprobación definitiva de la revisión. Si la Comunidad plantea modificaciones, la dilación en el tiempo dependerá de la naturaleza de éstas.
La filosofía de la revisión del Plan
Entre los objetivos del plan figuran la creación de espacios funcionales y competitivos para el desarrollo de actividades económicas, fijadoras de empleo en el municipio, que fomenten la creación de sinergias entre empresas y entidades; así como el propiciar una mejor utilización del territorio, un uso más eficiente de los recursos naturales y energéticos, introduciendo en la ciudad medios y criterios de movilidad sostenible. Canto afirmó que “se incorporan al planteamiento los objetivos de un nuevo modelo de desarrollo urbano inclusivo, seguro, resiliente y sostenible, estructurado de acuerdo a cuatro estrategias, que son primar la regeneración urbana frente a los nuevos desarrollos, apostar por un modelo urbano continuo e integrado, articular una red para la movilidad sostenible e identificar y potenciar los ejes estructurales de actividad del municipio”.
El concejal comentó que “se trata de orientar el desarrollo urbanístico hacia la ocupación de suelos que han quedado vacantes en el interior del tejido urbanístico, hacia la regeneración urbana de ámbitos consolidados a través de cambios de usos y aumento de su intensidad de implantación; hacia la densificación de zonas con masa crítica poblacional insuficiente para generar dinámicas socioeconómicas de ciudad; y hacia la optimización de las dotaciones públicas, concentrando sus ámbitos de servicio y evitando su dispersión”.
Como conclusiones, Canto detalló que el nuevo Plan “apostará por suelos de integración, no de ampliación, para así permitir un crecimiento sostenible, el respeto por el medio ambiente y un menor consumo de suelo”. Remarcó también la importancia de la flexibilización de usos en el polígono industrial, la extracción de las ordenanzas del Plan y la supresión de unidades de ejecución de difícil desarrollo del casco urbano, pasando de suelo urbano no consolidado a suelo consolidado en aquellas unidades donde sea posible técnicamente.
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