El Ayuntamiento decide suspender las fiestas de septiembre

El Ayuntamiento de Arganda del Rey, debido a la evolución de la situación epidemiológica, con una alta incidencia acumulada de casos, ha tomado la difícil decisión de suspender, por segundo año consecutivo, las Fiestas Patronales en honor a la Virgen de la Soledad del próximo mes de septiembre.

«Esta situación provocada por el virus SARS-CoV-2, y las restricciones que se derivan de esta pandemia, hacen que no se puedan llevar a cabo unas Fiestas según las tradiciones, usos y costumbres del municipio, el cual es conocido a nivel nacional por sus recortadores, y además, por sus encierros y capeas, eventos prohibidos por la Comunidad de Madrid durante al menos este mes de agosto. Estas medidas y las correspondientes a los aforos, impiden la celebración de unas Fiestas para todos los vecinos y vecinas que quieran participar en igualdad de condiciones«… Así reza en la nota emitida por al ayuntamiento de Arganda del Rey donde comunica que ha tomado la difícil decisión de suspender, por segundo año consecutivo, las Fiestas Patronales en honor a la Virgen de la Soledad del próximo mes de septiembre.

Desde el Ayuntamiento informan que se ha tomado esta difícil decisión con el convencimiento que será lo mejor para la ciudadanía, ya que la quinta ola de contagios sigue vigente. Por su parte, el alcalde de Arganda, Guillermo Hita, ha manifestado que: “mi responsabilidad, la cual asumo también en primera persona, como el sentimiento por nuestra tradición, no me permite poner en riesgo a ninguno de mis vecinos y vecinas”. Además, ha querido también dejar claro que ”Las Fiestas se cancelan en su totalidad: no habrá ningún acto, nada que lleve a la aglomeración de personas que se expongan al contagio“.

Y así lo acaba de anunciar Hita hace unos minutos en un comunicado emitido en redes sociales:

Queridos vecinos, queridas vecinas: con todo pesar tengo que anunciaros la decisión tomada de cancelar las Fiestas Patronales que estaban previstas para este año 2021 en Honor de Nuestra Señora de la Soledad.

En primer lugar tengo que compartir la profunda tristeza que me ha causado el verme obligado a tomar tan dura decisión. Es el segundo año consecutivo que dejaremos de disfrutar en nuestras calles y plazas del color, del sonido, del sabor de nuestras queridas Fiestas. Sé, en primera persona, como todos, el hondo sentimiento que producen en nuestro interior las Fiestas. Es algo que va más allá de un simple divertimento; es algo que tiene que ver con nuestra sensación de cómo nos sentimos argandeños, de nuestra raíz compartida, de nuestra tradición, de nuestro proyecto de vida común.

Ha pesado en mí, a la hora de tomar la decisión, la situación pandémica por la que estamos atravesando ya desde marzo del año pasado. La quinta ola de contagios sigue vigente. Los datos y los consejos de los profesionales sanitarios pesan mucho a la hora de decantarse por una de las alternativas. Mi responsabilidad, la cual asumo también en primera persona, como el sentimiento por nuestra tradición, no me permite poner en riesgo a ninguno de mis vecinos y vecinas. Esto una cuestión matemática sobre los contagios: las aglomeraciones llevan a las personas a enfermar, al hospital, a la UCI y, dramáticamente, a morir. No me perdonaría nunca que ni uno solo de mis vecinos muriera dadas estas circunstancias, por faltar a mi deber de responsabilidad para con ellos. No puedo tampoco pensar en intercambiar el sufrimiento de unos por la diversión de otros, por muy pocos que sean los unos que sufrieran y muchos los otros que se divirtieran.

La principal función de un representante público, sobre todo de un alcalde, es la de cuidar de sus vecinos.

Os aseguro, os doy mi palabra, que he escuchado a todo el mundo, que he pensado en todos, que he sopesado todas las alternativas y situaciones. Os agradezco la sinceridad y el respeto con la que todos me habéis dado vuestra opinión. Todas han sido muy valiosas para mí y os las agradezco profundamente. Estoy orgulloso de una ciudad en la que podemos todos darnos serenamente nuestras respectivas y lícitas opiniones los unos a los otros, con respeto, aunque esas opiniones, como ocurre en muchas ocasiones, no coincidan.

Sé que la cancelación de las Fiestas tiene importantísimas y adversas repercusiones económicas para algunos. Lo sé y lo siento. Buscaremos el modo de ayudar a esas personas y colectivos. Las Fiestas se cancelan en su totalidad: no habrá ningún acto, nada que lleve a la aglomeración de personas que se expongan al contagio.

Además, la normativa y las restricciones debidas a la pandemia impide realizar una Fiesta taurinas con nuestros usos y costumbres. Ojalá la Comunidad de Madrid hubiera relajado las condiciones para su realización. No están permitidos ni los encierros ni las capeas, y no puede haber espectadores de pie, en las talanqueras, en los barrotes. Además las restricciones de aforos impiden que accedamos más de 800 personas a nuestra Plaza, cuando las estimaciones de espectadores se aproximan a las 6.000 en un festejo en condiciones de normalidad. Las Fiestas, los eventos, se programan para todos, y es muy difícil elegir el criterio por el que 800 personas acceden y 5.200 se quedan en la puerta. Las Fiestas son para todos. Todos tienen derecho a disfrutar, sin distinciones. Así debe de ser. Debido a las condiciones no se pueden hacer unas Fiestas según nuestras tradiciones, usos y costumbres. Serían un simple remedo, algo que no va con nosotros.

Quiero agradecer profundamente a todos los y las que se han esforzado con su trabajo para que las Fiestas, a fecha de hoy, estuvieran preparadas. Gracias a todos los trabajadores y trabajadoras municipales que tan buena labor han hecho, como otros años, como siempre. Gracias especialmente, por su altruismo y trabajo desinteresado, por sus consejos, a todos los miembros de la Comisión Taurina. Tenían preparada una Fiestas de toros a la altura de la calidad que requiere Arganda del Rey. Gracias a todos los miembros en general, pero en particular a Jesús Cañete y Carlos Asenjo por la horas que han puesto de su vida durante este año, preparando reses y carteles.

Nadie tiene que temer: nuestras Fiestas de Arganda del Rey no están para nada en riesgo, os lo aseguro, os doy mi palabra. Que haya habido que tomar la decisión también este año de cancelarlas, no las resta nada de impulso, sino al contrario.

Os vuelvo a dar mi palabra: si estamos atravesando la pandemia del siglo, el año que viene, cuando hayamos terminado con ella, tendremos las Fiestas del siglo.

Os lo aseguro.

¡Viva la Virgen de la Soledad!

¡Viva Arganda del Rey!

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