El Ayuntamiento se reúne con vecinos de La Poveda por los problemas que están sufriendo algunas calles

El alcalde de Arganda del Rey, Guillermo Hita, acompañado por el concejal de Modelo de Ciudad y Obras Públicas, Jorge Canto, el concejal de La Poveda, Antonio del Amo y el concejal de Industria, Irenio Vara, se reunió ayer por la tarde en el Centro Integrado La Poveda con vecinos y vecinas de las calles Islas Afortunadas, Isla Graciosa e Islas Canarias por los problemas que están sufriendo estas vías.

Según explicaron los representantes municipales las viviendas de esas calles se construyeron en las décadas de los 80 y 90 en unos terrenos inestables, por lo cual la cimentación de los domicilios se realizó con pilotes en algunos casos y sobre losas de hormigón en otros. Sin embargo, en las calles no empleó ninguna técnica que contribuyera a su estabilidad, por lo que el suelo, al ser de relleno, va cediendo, una situación que afecta al nivel de las vías, explicaron los representantes municipales.

Este descenso del suelo, aclaraban, ocasiona diversos problemas a los vecinos tanto en las aceras como en los accesos a las viviendas, algo que según el concejal de Modelo de Ciudad, Jorge Canto, afirmó que: «el problema, aunque a priori no es algo peligroso, debe solucionarse de una vez».

Entre las posibles soluciones, los representantes municipales expusieron dos: laa primera de ellas pasa por un proceso de enriquecimiento del suelo, mientras que la segunda supone vaciar la calle hasta un límite aproximado de cuatro metros y volver a rellenarla compactando con suelo rico.

En cualquier caso, según informaron, lo primero que se va a realizar es un estudio geotécnico minucioso para valorar detalladamente la situación actual de las calles afectadas, puesto que los datos que se tienen proceden de estudios anteriores, y una vez conocida la información del nuevo estudio, se decidirá cuál de las dos soluciones es la más adecuada.

Finalmente, indicaron que para todas las actuaciones se ha estimado un presupuesto aproximado de un millón de euros con un plazo de ejecución no inferior a un año, teniendo en cuenta que estas previsiones pueden ser retocadas en función del resultado del estudio geotécnico.