Dos de cada diez mujeres que sufren cáncer de mama desarrolla metástasis del mismo, que afecta a diversos órganos del cuerpo con resultados mortales a corto o medio plazo. No existe una cura conocida para esta metástasis, pero la investigación avanza y en ella depositan su esperanza las mujeres que lo padecen. Hoy, 13 de octubre, Día del Cáncer de Mama Metastásico, la asociación que lleva el nombre de esta enfermedad dará a conocer resultados de uno de los proyectos que ayuda a financiar.
Dice una canción de uno de los videos divulgativos difundido por la Asociación Cáncer de Mama Metastásico: «disfruta de las cosas pequeñas y sencillas, mantén la esperanza, ¡vive!». Es la recomendación que Kevin Raymond Wearherill, cantante del grupo ‘Immaculate Fools’, lanza a las mujeres que padecen la enfermedad.
Puede sonar a poca cosa, pero es, en esencia, lo que estas mujeres pueden hacer: disfrutar cada instante de su vida, porque les queda poca. Estadísticamente hablando, entre cuatro y cinco años tras la confirmación de la metástasis. La enfermedad, hoy por hoy, no tiene cura.
O quizás no sea cierto. Quizás no sea lo único que pueden hacer. Chiara Giorgetti, paciente de este tipo de metástasis, decidió a principios de 2017 que darse por vencida no era una opción. Se planteó luchar por encontrar caminos que la ciencia pudiera desbrozar para que la esperanza se abriera paso. Creó un grupo, inicialmente pequeño pero que creció rápidamente, en el que solamente se abordaba la situación concreta del cáncer de mama metastásico.
La razón de esa especificidad es que, según la Asociación Cáncer de Mama Metastásico (ACMM), «Debido a las singularidades del estadio de nuestra enfermedad, nuestros
problemas, nuestras preocupaciones y nuestras prioridades nos alejaban de la multitud de grupos de pacientes de cáncer de mama». Y aportan un dato relevante: «Del dinero dedicado a la investigación del cáncer de mama, tan solo un 6% se dedica a investigar nuevos tratamientos para los pacientes afectados de metástasis».
La ACMM se fundó, ya legalmente, en 2018, siendo la primera en España dedicada a este objeto específico. Desde el comienzo han tenido claro que la esperanza reside en la investigación. Es por ello que su enfoque es el de «dar visibilidad a este grado de la enfermedad y de promover y buscar vías de financiación para diferentes proyectos de investigación de las metástasis de mama». El 100% del importe recaudado en sus campañas «se entrega íntegramente al proyecto seleccionado para su financiación».
Financiar investigación para aumentar su esperanza
La primera iniciativa de financiación que la asociación llevó a cabo, en octubre de 2017, consistió en ayudar a crear una seroteca en el hospital Vall D’hebron, en Barcelona. La seroteca debía servir para realizar diferentes tipos de investigaciones sobre el cáncer de mama metastásico. El objetivo inicial de la asociación era reunir 10.000 euros para donarlos íntegramente para este objetivo. Consiguieron 40.000.
En vista de éxito, en mayo de 2018 lanzaron una segunda campaña. Se trataba de colaborar para sacar adelante otro proyecto, denominado ‘Hope‘ (‘esperanza’, en inglés), llevado a cabo por Aleix Prat en el Hospital Clínico de Barcelona. Prat es Jefe del Servicio de Oncología Médica de ese centro. El objetivo del proyecto consiste en conocer los perfiles genómicos de las pacientes con cáncer de mama metastásico y las características de las mutaciones potencialmente accionables. Dicho de otra forma, encontrar moléculas que actúen sobre células con metástasis previamente identificadas y «marcadas» como «dianas» de esa acción, con el fin de modificar su comportamiento.
Así pues, ‘Hope’ busca avanzar en la consecución de tratamientos mejores y más adelantados en el tiempo, que puedan aportar cada vez más esperanza a los pacientes. En una primera fase de esta segunda campaña de la ACMM se consiguió reunir, en abril de 2019, la cifra de 43.287 euros. En abril de 2020 se han sumado otros 50.000 euros al mismo proyecto, alcanzándose así la cifra de casi 100.000 euros hasta el momento.
Premio Anual ‘M. Chiara Giorgetti’
Con esas dos experiencias por delante, la ACMM decidió instituir un premio anual cuyo fondo se destina, de nuevo íntegramente, a la financiación de proyectos directa y específicamente relacionados con el tratamiento o la cura del cáncer de mama metastásico. El nombre del Premio responde a la voluntad de la asociación de «reconocer lo inspiradora que fue nuestra compañera Chiara para las pacientes con nuestra enfermedad».
Los requisitos para optar a este Premio, convocado en julio de 2019, eran claros: que el proyecto científico estuviera directamente relacionado con el cáncer de mama metastásico. También se han valorado otros factores: su aplicación potencial en el ámbito biosanitario, que el proyecto estuviera iniciado o su comienzo fuera inminente, que se garantizara su viabilidad, que fuera reproducible en otros hospitales, centros clínicos o centros de investigación, que contemplara la admisión de pacientes con CMM que sólo pertenecieran al centro clínico de origen y que fuera un proyecto multicéntrico.
Esta primera edición del premio ha sido evaluada por un comité compuesto por 17 médicos y médicas, junto con dos miembros de la asociación. El resultado de la evaluación de los 14 proyectos concursantes ha sido designar como ganador del premio al presentado bajo el título ‘Desarrollo de un test basado en DNA tumoral circulante (ctDNA) para identificar los subti-pos moleculares intrínsecos de cáncer de mama (CM)’, con el doctor Aleix Prat Aparicio como investigador principal.
El objetivo del proyecto es validar test ctDNA (biopsia líquida) que permita determinar el subtipo intrínseco, permitiendo hacer un seguimiento dinámico en el tiempo durante los diferentes tratamientos y así identificar la sensibilidad y resistencia precoz y tardía a las diferentes terapias.
La visibilidad, elemento fundamental
La ACMM explica que la visibilidad de la enfermedad es un factor clave para que haya colaboración de la gente con estas iniciativas. En 2019, la asociación organizó un evento en Rivas para ayudar en este objetivo de visibilización. En el rocódromo del polideportivo Cerro del Telégrafo organizaron una escalada. Pretendían hacer ver cómo el enorme esfuerzo que se desarrolla en esa actividad deportiva es similar al que las pacientes de la enfermedad deben realizar, día a día, desde el momento en que se confirma el diagnóstico de la metástasis.
Este año, con la pandemia mediatizando nuestras vidas, la conmemoración del Día del Cáncer de Mama Metastásico, que se celebra hoy, 13 de octubre, no puede hacerse mediante un evento presencial, pero la asociación ha lanzado varios videos en redes, esperando conseguir ese objetivo de visbilizar la enfermedad, pero también la lucha que estas mujeres y sus familiares llevan a cabo todos los días, disfrutando de «las cosas sencillas de la vida», pero manteniendo la esperanza en que la investigación terminará abriendo la puerta a la vida.
Es lo que Kevin Raymond Wearherill dice en su canción, cuyo uso ha donado desinteresadamente para esta campaña. Quienes no sabemos cantar podemos hacer otras «donaciones». Que el video que incluimos aquí, correspondiente a la campaña de este año, sirva para que sea haga realidad esa visibilización que la ACMM busca.
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